Cada mañana El Alfarero tiene un devocional. Esta mañana compartí como recién mi padre sufrió un ataque al corazón. (Ya está mejorando rápido en casa, gracias a Dios). Aquí está lo que compartí:
Ésta mañana me gustaría compartir con Uds. una historia personal que sucedió la semana pasada y que me hizo reflexionar más en la eternidad de Dios y la fugacidad del hombre.
El martes pasado por la mañana, mi madre me mandó mensajes diciendo que mi padre sufrió un ataque al corazón. Gracias a Dios mi padre ya estuvo en el hospital para tener un procedimiento muy común y muy sencillo para arreglar un latido irregular del corazón. Después del procedimiento mi padre empezó a sudar mucho y tuvo el ataque al corazón. De repente mi padre estaba rodeado de ocho doctores y enfermeros. Durante este tiempo mi madre nos mandó una serie de mensajesa mi hermano y a mi diciendo: “oren” “tengo miedo” “sigan orando.” Los doctores sedaron a mi padre para proteger su cerebro y sus órganos, insertaron un tubo respiratorio por su garganta, y lo mantuvieron vivo.
Esa mañana, después de hablar con mi madre por unos minutos fui a la consejería para orar en una habitación vacía y oscura. Le pedí al Señor que sanara y guardara a mi padre y a pesar del shock–gracias a Dios–descansé en la verdad que Dios siempre lleva a cabo su plan perfecto. Y cuando estaba orando el Señor me hizo pensar en tres versículos que me gustaría compartir con Uds. porque creo que son muy poderosos y quizás haya una persona que necesite escuchar estas palabras hoy.
El primer versículo es:
Santiago 4:14: Porque “qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.”
El segundo versículo es:
1 Pedro 1:24-25: Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre.
Son versículos muy fuertes: la vida es neblina que se desvanece … la gloria del hombre es como flor que se cae. Los dos versículos indican que la vida de los hombres es transitoria y frágil. Si paramos acá–sin pensar en su significado profundo–solo son versículos deprimentes. Pero deberíamos meditar en esos versículos porque la biblia dice que hay gran sabiduría en ellos.
Salmo 90:12 dice: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.”
Por qué tendremos un corazón sabio si contamos nuestros días?O sea porque creceremos en sabiduría si tenemos en cuenta que nuestros días son limitados? Creo que hay muchas respuestas que se pueden ofrecer, pero quisiera que nos enfoquemos en dos.
Primero: si contamos nuestros días, y nos damos cuenta de que somos neblina o una flor que cae, tenemos que cambiar nuestra atención de nosotros al Señor quien es eternal y soberano. Si ponemos nuestra confianza y nuestra esperanza en las cosas de este mundo como la salud, los médicos, el dinero, la educación, aun nuestros amigos y familia, vamos a pasar una vida persiguiendo cosas que no duran. Si evitamos ese error y contamos nuestros días, vamos a poner nuestra fe y esperanza en el Señor eterno que nunca desmaya. Eso es una vida de sabiduría.
Segundo: creo que hay una lección muy importante para nosotros acá en El Alfarero. Dios nos ha dado una misión que tiene consequencias eternas. La misión es demostrar el amor de Jesús y compartir su nombre con todos los que pasan por aquí. Todas las personas que pasan por El Alfarero tienen días limitados y no sabemos cuantos días más tienen en este mundo. Y si no son cristianas, están viviendo sin sabiduría, persiguiendo las cosas transitorias del mundo sin esperanza. Pronto, no sabemos cuando, –como la niebla o la flor– pasarán de este mundo. Con un poco de urgencia deberíamos compartir con ellos la razón de nuestra gran alegría quien es Jesús.
Por lo tanto, contemos nuestros días para que podamos vivir una vida de sabiduría confiando en el Señor y recordemos que hay muchos que vienen a El Alfarero sin una perspectiva eterna–sin esperanza–que necesitan conocer a nuestro Salvador.